La culpa que se carga cuando tu cuerpo, y tu alma no quieren hacer nada!!!
La pereza es un pecado capital, es algo de lo cual huimos como sociedad porque no nos deja ser productivos, porque detiene la sensación de llegar a alguna meta o alcanzar el éxito, válgame Dios!
No hay ofensa más grande, dolorosa que le digan a alguien que es perezoso, que no sirve!!! Como si fuéramos fabricados para “hacer” lo que se espera por la sociedad frenética y enajenada del ser, en la que vivimos.
En este mundo acelerado y neurótico se premia el rendimiento, se aplaude la ocupación, se recompensa al que madruga, al que corre, al que hace mil cosas porque es un buen recurso para la sociedad.
Más no es así con la calma, con quien tiene ritmo distinto, con quien necesita más tiempo y espacio para descubrirse y para dar el paso, y entonces se castiga lo diferente, se señala y se culpa, porque no cumple con los estándares, con lo que se necesita para seguir el ritmo acelerado y cansado, que solo te permite tomar conciencia y respirar un poco cuando vas a la cama, y sin embargo, sabes que ya estás programado para despertar a cierta hora para que no se haga tarde!!!
Cuando eres bebé te aceleran para que camines, se preocupan si no empiezas a hablar, te violentan para que dejes de mamar y dejes el pañal, y se vuelve una carrera para que el niñ@ crezca pronto y empiece a ser productivo, y llegas a los 14 y ya te preguntan qué carrera vas a estudiar; y al graduarte se aseguran de que ya sepas a qué te vas a dedicar el resto de tu vida!
Y ni te has bajado del escenario en donde te exhibes como animal de circo con un cartel en el pecho etiquetado con una carrera que define a partir de ahora quién eres, cuando ya te preguntan si ya tienes experiencia y en dónde vas a trabajar, si tienes contrato o cómo es la cosa porque estás compitiendo con otros que ya hablan 4 idiomas y cursaron doble carrera, y se postularon al doctorado... Y tú apenas si saboreas la victoria de medio saber que quieres hacer el siguiente mes.
Atiendo a diario personas en medio de una gran crisis, porque no encuentran su lugar, porque no saben su vocación, porque no encuentran un empleo que les haga sentir útil, como si nuestra misma existencia ya no tuviera valor. El milagro de la vida, fue desplazado y humillado por el sistema que te valida tu existencia, solo a través de tu capacidad de hacer y de producir para un mundo industrializado y desalmado.
Ahhhh bendita pereza... Porque cuando no haces nada, logras serlo todo.
Porque cuando dejas de HACER todo hacia afuera, empiezas realmente a SERLO todo hacia adentro, NO LE TEMAS A LA PEREZA
! entrégate, ríndete, descansa... ¿Cuál es el mensaje que trae?
¿Quizá te pide que bajes el ritmo?
¿Quizá te avisa que estás viviendo una vida que no te apasiona, que no te pertenece?
¿Quizá te pide que pares para sanar tus heridas, antes de seguir el camino?
Recuerda que todo tiene magia, todo trae un mensaje, y cuando no lo escuchas, más duro grita.
Entiendo que las deudas existen, que el dinero se necesita; pero escuchar y detenerte no significa que mueras, que te abandones, solo que tomarás el tiempo de sintonizarte con el verdadero ritmo de tu alma, y solo desde allí puede surgir la respuesta última del propósito, del valor de tu vida más allá de un salario impuesto arbitrariamente por alguien que ni te conoce, que validó quien eres solo por ver una curriculum vitae de no más de 3 páginas.
La energía del dinero y del propósito se mueven cuando se mueve tu corazón, así que vale la pena salir de la burbuja y conectar directo con la fuente. Ya descansa, ya para, tienes todo el derecho porque desde allí surge la creatividad, surge la autenticidad y solo desde allí realmente puedes aportar al mundo que necesitamos!